viernes, 11 de mayo de 2012

Que visitar en Marín

Marín, mucho más que mar

La Ría de Marín, que se extiende desde Cantodarea hasta Lapamán, da cobijo a hermosos arenales o playas (Portocelo, Mogor, Aguete, Loira, O Santo, A Coviña y parte de Lapamán), y con un solo territorio insular, la illa do Santo.
Importante puerto pesquero y de mercancías, cuenta además con puertos militar y deportivo. Su situación hace de nuestro concello el lugar idóneo para la práctica de los deportes náuticos: vela (Club de Mar de Aguete), remo (Club Ría de Marín) y piragüismo (Club Tambo).


Pero Marín es mucho más que mar:
El lago de Castiñeiras, compartido con el vecino concello de Vilaboa, paraje de una riqueza botánica y faunística sin igual.
Los montes Pituco-Pornedo, Pastoriza e Castelo que nos darán diferentes vistas sobre  nuestra ría.
La diversión estará asegurada  en el Ecoparque multiaventura de Cadro y en el Parque dos Sentidos de la Finca de Briz, o haciendo rutas de senderismo como la de las playas o la de los molinos.
Alternativas más culturales, visitar los numerosos monumentos del concello: pazos, iglesias, capillas… o de su arte popular: cruceros, molinos, hórreos… o darse una vuelta por los yacimientos arqueológicos que también son muchos: mámoas, petroglifos, castros… o pasarse por el Museo Torres, para contemplar in situ la obra de este genial pintor, o alguna de las exposiciones temporales, o acercarse hasta  el cine de Seixo, el último cine rural aún en activo.
Y qué decir de sus fiestas: la del Carmen , la de la Virgen del Puerto, o San Miguel con su tradicional Danza de Espadas, la fiesta de los Maios, el carnaval con el “luctuoso” Entierro de la Sardina, la fiesta de la sidra y de la manzana de San Tomé de Piñeiro, la feria do Campo…
Y no nos olvidemos  de su elaborada  gastronomía: Sus caldeiradas (merluza, cazapa, rape…), las afamadas cigalas, el pulpo que ya desde la antigüedad se mandaba al Monasterio de Oseira, las sardinas o las caballas  asadas de Aguete…
En definitiva, un Concello que merece la pena visitar. Ven a Marín, ¡una tierra sin igual!



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